miércoles, 11 de diciembre de 2013

P.N. Sierra de las Quijadas: entre sierras y mesetas.

En 2010 viajamos a la Provincia de San Luis con mis tíos y mis primos para pasar las vacaciones de invierno. 

Ya habíamos recorrido la nueva ciudad La Punta, bebido agua del Salto de la Moneda en Potrero de los Funes, y conocido las Salinas del Bebedero.

El viaje duró una semana, y entre los mejores lugares que visitamos en ése tiempo tengo que ubicar el Parque Nacional Sierra de las Quijadas, en el extremo noroeste de la provincia; al Oeste del parque corre el Río Desaguadero, que marca el límite con la provincia de Mendoza.


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El 23 de julio de 2010 decidimos ir a conocer éste parque nacional. Viajamos 130km desde Potrero de los Funes por la ruta nacional 147. Un viaje de más de una hora.

Al llegar a la entrada del parque, la tierra anaranjada y enormes rocas se apoderaban del paisaje, adornado de arbustos resecos de baja altura. El ambiente era desértico, y había mucho viento, sin mencionar el frío que hacía.


Entrada a Sierra de las Quijadas
El parque tiene una superficie de más de 73.000 hectáreas y se puede recorrer por cuenta propia (un circuito chico) o contratar los tours a la entrada (que ofrecen al turista un recorrido más amplio del lugar, de varias horas), el problema con éstos tours es el precio, ya que lamentablemente parece ser algo muy común en varios parques nacionales de Argentina que no haya tarifas especiales para grupos familiares (en Sierra de las Quijadas no había ni siquiera precios especiales para argentinos), lo que hace que en una tarde conociendo el parque se gaste mucho dinero. Por ése mismo motivo decidimos recorrer lo que pudiéramos por nuestra cuenta, gratis.


Con mi primo, sobre las rocas.
Así que entre viento, frio, y una inmensidad desértica donde el único ruido que se oía era el del viento y de nuestros pasos, nos pusimos a caminar en aquella tierra anaranjada. La vegetación es escasa, abundan los cactos y los quebrachos blancos. En cuanto a la fauna, en la zona hay muchos zorros, maras y pumas, también cóndores, águilas, y halcones. 

En Sierra de las Quijadas también hay un legado paleontológico importante. Se encontraron restos fósiles de varias especies de dinosaurios y se pueden ver, en algunas partes de recorrido "huellas de dinosaurio"... Yo no vi ninguna y tampoco podría comprobar la veracidad de las mismas aunque las hubiese visto, pero bueno, están.

Continuamos caminando mientras el terreno ascendía. Luego de un rato llegamos a una especie de mirador, y lo llamo así porque había unas vallas hechas de troncos para evitar que uno sufriera una caída al enorme hoyo que estaba frente a nosotros. La vista era imponente, estábamos como en un cañón, no sé cómo se define geológicamente a un paisaje de ése estilo, así que mejor les muestro unas fotos: 




Nunca fui a Talampaya (aún), pero el lugar me pareció bastante similar: paredes de roca altas como un edificio en medio del desierto, tierra anaranjada... No sé, si alguno de ustedes conoce Talampaya cuénteme si nota el parecido...

La vista era hermosa. Queríamos bajar y seguir recorriendo pero no se nos permitió hacer éso porque no estábamos con un guía experimentado (para lo cual había que pagar). Algo molestos, seguimos caminando por donde estábamos y viendo un poco más de lo mismo.



























Vimos también algo de arte rupestre, antiguamente la región estuvo habitada, ésto se sabe porque se han encontrado hornillos que habrían funcionado para la producción de piezas cerámicas. A la entrada del parque nacional hay un  museo arqueológico. 

Regresamos al punto de partida. Nuestro recorrido por éste parque no duró más de 3 horas, si no tienen intención de hacer un tour (ni pagar por él), pueden recorrer lo mismo que yo en el mismo tiempo. Aún así, son paisajes que vale la pena ver y apreciar... Uno se siente muy pequeño entre tanta inmensidad. 

VIDEO: Sierra de las Quijadas



>> LEE LA PRIMERA PARTE DEL VIAJE A SAN LUIS: SALINAS DEL BEBEDERO, NO APTO PARA HIPERTENSOS.

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