miércoles, 30 de octubre de 2013

Del otro lado de la Patagonia

Hola a todos!

En ésta entrada voy a hablar de mi visita al otro lado de la Patagonia, muchos años viajé de vacaciones a la Patagonia argentina y pude conocer muy bien la zona cordillerana del sur de Neuquén, Rio Negro, y el norte de Chubut, y también la costa patagónica también en Rio Negro y al norte de Chubut. 
Pero nunca había conocido el otro lado de la Cordillera de los Andes, por eso el 5 de febrero de 2011 decidimos cruzar a Chile desde Villa La Angostura y viajar hasta Puerto Montt.
Mapa del recorrido.
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Partimos en auto muy temprano, cerca de las 7:00 con 1ºC de temperatura y al cabo de casi una hora llegamos al Paso Internacional Cardenal Samoré, que abría a las 8:00 para permitir el paso a Chile. Hicimos los trámites correspondientes para dejar Argentina y nos dejaron cruzar cerca de las 9:00.
El camino entre la aduana argentina y la aduana chilena son aproximadamente 30kms de camino entre la montaña mientras se cruza la Cordillera de los Andes. El paisaje es hermoso e imponente.

El límite internacional está a 1300msnm.

En la aduana chilena nos volvieron a revisar y nos hicieron dejar cualquier tipo de alimento (no llevábamos) y nos dijeron que no  se podía cruzar con ningún tipo de rama o tronco de árbol (teníamos unos troncos en el baúl que usábamos para hacer trekking y tuvimos que dejarlos) lo hacen para evitar que ingrese una especie de bacteria que habita en algunos árboles y destruye la vegetación.

La ruta se alejaba de las montañas a medida que avanzábamos hacia el Oeste, rápidamente el camino se volvió levemente ondulado mientras disminuía la altura. Pasamos junto al lago Puyehue pasando junto a la ciudad del mismo nombre, y desde ése momento se veía (hacia el Sur) el pico nevado del volcán Osorno (imagen que nos acompañaría durante la mayor parte del viaje).


Cerca de las 11:00 llegamos a Osorno. Es una ciudad muy pobre, las construcciones son muy precarias, la mayoría de las casas son de madera y había varias venidas abajo (no sé si se debería al terremoto que había azotado Chile pocos meses atrás). La plaza central de la ciudad sin embargo, es muy linda, aunque algo opacada por la arquitectura de la Catedral (algo feo para mi gusto). 
Plaza de Osorno
Frente a la plaza visitamos un centro comercial donde compramos algo de ropa a precios muy bajos. 

Aunque la ciudad no es bella, está limpia, no había un simple papel en el suelo y hasta me llamó la atención un policía porque no crucé la calle exactamente por la esquina. No estamos acostumbrados a ésto en Buenos Aires...

Catedral de Osorno vista desde la plaza.
Luego de éso partimos hacia el Sur para visitar Puerto Montt y almorzar.

Continuamos por la carretera 5 (que une Chile de Norte a Sur, algo así como la ruta 40 en Argentina) pasando por la ciudad de Puerto Varas (que vimos a la distancia ya que no bajamos a conocer) y viendo una parte del inmenso Lago Llanquihué. A lo largo de toda la carretera casi no se ven montañas, la Patagonia Chilena se parece más a la Pampa Ondulada en Argentina que a nuestra Patagonia; acompañada de vacas y ranchos a lo largo de todo el camino.


Vista del centro de Puerto Montt
    
Vista de la bahía
La llegada a Puerto Montt, cerca de las 13:30 fue algo que no esperaba. Se ingresa por una zona  periférica de la ciudad a 100msnm y se tiene una vista hacia la bahía (era la primera -y hasta ahora única- vez que veía en Océano Pacífico) y de toda la ciudad. Es bastante grande pero otra vez vemos casas miserables, construcciones de madera caídas abajo, muchos techos de chapa... Aunque a medida que uno se va acercando al centro el paisaje se vuelve más lindo. 


Después de almorzar -pescado, obviamente- visitamos las tiendas Ripley (que no existen en Argentina pero nos llegan sus publicidades). Son como un Falabella mucho más grande, de 6 pisos, cada piso es un departamento diferente (ropa de hombre, de mujer, electrónica y electrodomésticos, perfumería, etcétera...) Los precios eran mucho más baratos que en Argentina así que aprovechamos a comprar algo de ropa y recorrimos un poco la zona costera. Tuvimos que usar baños públicos y se paga por ello en Chile, pero los servicios están impecables, algo surreal para un argentino.

Puerto Montt es un importante puerto de cruceros que van desde Buenos Aires a Valparaíso cruzando por el Estrecho de Magallanes.
Zona no tan turística :P


Zona turística de Puerto Montt.




El centro turístico de  Puerto Montt no se parece en nada a la realidad de ésta ciudad. Alejándonos pocas cuadras de ahí encontramos barrios y paseos muy diferentes. Visitamos un enorme mercado en el que nos daba un poco de miedo dejar el auto por el ambiente del lugar (caras maliciosas, muchísimos gitanos de aspecto dudoso... sin ofender a nadie). Así que cerca de las 16:00 nos fuimos hacia Frutillar, un lugar que mis padres habían visitado hacía muchos años y que recordaban que era bonito.

Frutillar está a 45 km al Norte de Puerto Montt a orillas del Lago Llanquihué. La entrada al pueblo es más de lo mismo que veníamos viendo pero cuando se llega al lago el lugar el hermoso.

La arquitectura es muy europea (muy alemana), los jardines todos verdes, desde la playa se ve el enorme lago con el Volcán Osorno al fondo. Como hacía un día hermoso estaba repleto de gente en la calle, había música, karaoke, y fiesta, todo al aire libre!


Casas de Frutillar, frente al lago.
Centro de Frutillar.
  
Volcán Osorno desde Frutillar

Comimos  una tarta de manzana impresionante (amo la tarta de manzana) y disfrutamos lo que quedaba de la tarde. Cerca de las 18:30 decidimos iniciar el regreso ya que el Paso internacional Cardenal Samoré permanecía abierto hasta las 21:00 y no teníamos intención de dormir en la aduana.

El cruce de regreso a Argentina fue rápido, y casi al haber caido la noche. No fue un viaje tan lindo de hacer de noche ya que no es un camino fácil y no hay iluminación.



Disfruté mi visita a ésta zona de Chile, pero no es un lugar al que volvería. Nuestra Patagonia es mucho más hermosa. 

Volví a Argentina comparando los baños públicos nuestros con los del país vecino... Totalmente envidiable.           







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